Docentes afectadas, al igual que madres y padres de familia, acusan que los problemas
internos de la institución Frida Kahlo afectan
MIROSLAVA HERNÁNDEZ/TNChiapas
FOTO: JACOB GARCÍA
Apenas dio inicio el nuevo ciclo escolar y en un par de instituciones educativas de la capital
chiapaneca se han suscitado problemáticas que contravienen a la educación de la comunidad
estudiantil.
Una de estas es en la que está inmerso el Centro Educativo “Frida Kahlo”, en donde en primera
instancia las dificultades se originaron por la falta de pagos, sin embargo, la situación en esta
escuela tiene otros trasfondos.
Ayer martes, las diferencias entre el personal y la administración del plantel produjeron una
movilización de las docentes que laboran en el nivel preescolar de este colegio, quienes
denunciaron la falta de pago de la última quincena, señalando a la directora Luz Margarita
como responsable de la retención de los salarios.
De acuerdo con las declaraciones de las afectadas, son alrededor de 40 personas, entre
asistentes, cocineras y personal de aseo, que no han recibido el pago correspondiente, esto a
pesar de haber dialogado con la directora, quien ha prometido pagarles, sin embargo, esto no
se ha reflejado en sus nóminas.
Ante este incumplimiento, el grupo acordó frenar labores este martes, provocando la molestia
de las madres y padres de familia, quienes indicaron que esta situación les afecta porque no
tienen en dónde dejar a sus hijas e hijos.
De acuerdo con información obtenida de una fuente cercana a esta cuestión, la problemática
no solo deriva del retraso en el pago de la última quincena, sino que, desde el pasado 4 de
enero, el personal del plantel se percató de una serie de movimientos y cambios dentro de la
administración educativa, mismos que serían producto del ingreso de una directora, luego de
que la institución fue vendida.
Tras este suceso, señalan que la nueva dirigente educativa se presentó ante el personal,
quienes la acusaron de conducirse con una actitud prepotente, con abusos y de querer
imponer sus órdenes, restableciendo desde cero las reglas de la escuela.
La señalada entró amenazando y diciendo que quien deseara quedarse en el plantel debería de
aceptar las condiciones de un nuevo contrato, en el cual restringe derechos como goce de
prestaciones y vacaciones, además externó sus intenciones de extender la jornada laboral de
las docentes, esto tras considerar que laboran poco y perciben sueldos altos.
En consecuencia, a estos cambios, las trabajadoras expresaron de inmediato su inconformidad,
no solo por los cambios señalados, sino también porque desde la llegada de la nueva
administrativa, algunas asistentes fueron despedidas, dejando a solo una de ellas para atender
las actividades de los tres grupos de nivel Preescolar.
Tales circunstancias ameritaron una junta de madres y padres de familia de nivel preescolar y
maternal, en donde acordaron dar de baja a sus hijas e hijos de este plantel.
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