Los ciudadanos señalaron que frenarán cualquier aspiración política de Roberto Jordán Aguilar por
desvío de recursos públicos
CARLOS RUIZ/TNChiapas
La indignación crece en Ixtapa tras revelarse los impactantes resultados de la revisión de la cuenta
pública municipal, llevada a cabo por la Auditoría Superior del Estado (ASE). En el centro de la
polémica se encuentra el aspirante a la Coordinación de la Defensa de la Cuarta Transmisión en el
municipio, Roberto Jordán Aguilar Pavón, quien enfrenta acusaciones de corrupción y un desfalco
millonario que asciende a más de 183 millones 479 mil 300 pesos desde el año 2016.
El escándalo salió a la luz después de que la auditoría determinara que Aguilar Pavón durante los
periodos 2015-2018 y 2018-2021, cuando ejerció como alcalde de Ixtapa bajo la bandera del
Partido Verde Ecologista de México (PVEM), malversó fondos públicos en beneficio propio. Los
señalamientos incluyen la adquisición de propiedades en Guadalajara y Ciudad de México, lo que
agrega una dimensión de enriquecimiento ilícito a las acusaciones.
La indignación de los habitantes, en su mayoría campesinos, se ve agravada por el hecho de que
Aguilar Pavón busca una vez más acceder al poder, esta vez postulándose por el partido
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Ante este escenario, los afectados, decididos a
evitar la repetición de la historia, exigen la intervención inmediata de las autoridades pertinentes.
La comunidad agraviada no solo muestra su repudio hacia el aspirante, sino también manifiesta su
compromiso de agotar todas las instancias necesarias para frenar su ascenso político. Con el
respaldo de pruebas contundentes proporcionadas por la Auditoría, la sociedad civil reclama
justicia y la implementación de medidas que erradiquen de raíz la corrupción en la esfera política
local.
Este descalabro financiero y ético ha dejado cicatrices en la confianza de los ciudadanos hacia sus
representantes. La exigencia de transparencia, rendición de cuentas y una acción enérgica contra
la corrupción resuena con fuerza en Ixtapa, convirtiendo este caso en un llamado urgente a
revitalizar la integridad y la moralidad en la gestión pública. La comunidad espera que las
autoridades tomen medidas concretas para restaurar la confianza y castigar a quienes han
traicionado la responsabilidad de servir al pueblo.
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