La Policía Ecológica de Bonampak tiene como misión vigilar las Áreas Naturales Protegidas
para prevenir el saqueo en flora y fauna
FOTOS Y TEXTO: ARGENIS ESQUIPULAS/TNChiapas
En los últimas semanas, la Selva Lacandona de Chiapas, específicamente en la zona
arqueológica de Bonampak, ubicada en el municipio de Ocosingo, ha sido escenario de un
conflicto que ha repercutido severamente en la afluencia de visitantes a la zona arqueológica
de Bonampak, ubicada en el municipio de Ocosingo. Este rincón histórico, hogar de los Mayas
lacandones, ha perdido un alarmante 90 por ciento de sus turistas debido a una serie de
publicaciones en medios digitales e informativos.
Las acusaciones se centran en hombres indígenas pertenecientes a la comunidad Maya
Lacandona, quienes presuntamente portan armas y llevan a cabo el cobro de derecho de piso
a automovilistas y transportistas de servicios turísticos. Chan Bor Chankayom Yuc, en una
entrevista exclusiva para “Despierta”, reveló que algunas agencias de viaje prestadoras de
servicios han denunciado a través de redes sociales que los mayas lacandones cobran un
derecho de piso que supera los mil o mil quinientos pesos.
Sin embargo, la agrupación de guías turísticas en la zona Lacandona ha desmentido
categóricamente esta información, defendiendo la integridad de la comunidad indígena y
asegurando que no se lleva a cabo ningún cobro indebido. Afirman que estas acusaciones
infundadas han tenido un impacto devastador en la afluencia de visitantes, perjudicando tanto
a la economía local como a la reputación de Bonampak.
A través de diversos medios de comunicación y redes sociales, se difundió la alarmante noticia
de que los indígenas portaban armas de alto calibre, no obstante, la comunidad lacandona ha
desmentido rotundamente estas afirmaciones, declarando que se trata de información falsa
que ha contribuido a empañar la imagen de una región rica en cultura e historia.
“Como lacandones, nosotros no contamos con armas largas, ya que históricamente hemos
utilizado arcos y flechas. Como proveedores de servicios turísticos tanto a nivel nacional como
internacional, no recurriríamos a la violencia, porque el turismo es nuestra principal fuente de
ingresos y recursos para nuestra comunidad”, expresó Chan Bor Chankayom Yuc en nombre de
su pueblo.
En el crucero San Javier, un convoy militar resguarda la entrada a la zona arqueológica de
Bonampak y la frontera Corozal. Los indígenas mayas lacandones han hecho públicas sus
denuncias contra Herbert Castellanos Ramírez, director de la empresa Anfitriones Turísticos de
Chiapas, acusándolo de intentar establecer su agencia de turismo sin el consentimiento de la
autoridad comunitaria.
Castellanos Ramírez es señalado por difamar la zona arqueológica de Bonampak, perjudicando
el servicio turístico ofrecido por guías y prestadores locales. Estas acciones afectan la
economía de la comunidad y ponen en riesgo la conservación de la Selva Lacandona, porque
las cuotas de entrada contribuyen a la preservación de especies y al sustento de guías
indígenas mayas lacandones. El cruce militar en San Javier refleja la tensión creciente ante
estos desafíos turísticos y conflictos comunitarios.
DESMIENTEN RUMORES SOBRE ALTOS COSTOS DE ACCESO A BONAMPAK
A través de diversas plataformas y medios de comunicación, Herbert Castellanos Ramírez
afirmó que ingresar a Bonampak implicaba desembolsar sumas considerables, alegando costos
elevados tanto para el acceso al sitio arqueológico como a la comunidad de Lacanjá.
Sin embargo, los indígenas lacandones desmintieron categóricamente esta información al
Noticiero Todo Noticias Chiapas.
Según los lugareños, el único cargo aplicado es de 40 pesos por persona en la caseta de
entrada al Parque Nacional Reserva de la Selva Lacandona.
El proceso de pago se divide en tres etapas para los visitantes. El segundo lugar, el acceso al
transporte requiere un pago de 150 pesos por persona. Para quienes utilicen servicios de
agencia, el costo para tres personas es de 150 pesos. Finalmente, el acceso a la zona
arqueológica de Bonampak tiene un costo adicional de 80 pesos por persona. En total, los
turistas deben abonar 270 pesos por persona para explorar la riqueza histórica de Bonampak.
“Gracias al turismo, nos sentimos impulsados a preservar la selva Lacandona, ya que los
ingresos generados nos permiten realizar los pagos necesarios para acceder a la zona
arqueológica. Nos comprometemos a conservar y proteger la flora y fauna de esta hermosa
selva. Lacandona es más que un lugar para nosotros; es un compromiso de cuidado y respeto”.
Expreso Chan Bor Chankayom Yuc.
La comunidad lacandona ha tejido un vínculo indispensable con el turismo, convirtiéndolo en
un elemento vital para su subsistencia y la preservación del ecosistema que llaman hogar.
Los lacandones, conscientes de la fragilidad de su entorno, han adoptado el turismo como una
estrategia inteligente. Para ellos, no es solo una fuente de ingresos, sino una herramienta
esencial para generar autoempleo. En declaraciones recientes, miembros de la comunidad
afirmaron que el turismo ha permitido no solo sobrevivir económicamente sino también
desempeñar un papel fundamental en la protección de la Selva Lacandona.
“El turismo nos ha brindado la oportunidad de no depender de fuentes externas para empleo.
Hemos creado nuestra propia sostenibilidad económica”, mencionó uno de los líderes
lacandones.
Estos ingresos no solo les proporcionan el sustento diario, sino que también se destinan a
financiar rondines de vigilancia para combatir actividades ilegales, como la tala y la caza furtiva
que amenazan la integridad de la Selva.
Los lacandones mayas de Chiapas no ven el turismo solo como una fuente de ingresos, sino
como un aliado crucial en la lucha por la conservación. “Somos los guardianes de la selva
Lacandona. Si no adoptamos el turismo, si no nos involucramos directamente, la selva ya
estaría condenada”, expresó otro miembro.
Esta conexión entre la sustentabilidad económica y la conservación ambiental demuestra que
las comunidades locales pueden desempeñar un papel crucial en la protección de nuestros
ecosistemas.
LACANDONES DESMIENTEN ACUSACIONES DE HERBERT CASTELLANOS RAMÍREZ Y
DENUNCIAN EXTORSIÓN TURÍSTICA
Los mayas lacandones han desmentido categóricamente las declaraciones realizadas por
Herbert Castellanos Ramírez, quien había difundido versiones que generaron controversia en
la comunidad. Según los indígenas, Castellanos Ramírez ha tergiversado información con el
objetivo de perjudicar su reputación.
La comunidad lacandona, conocida por preservar sus tradiciones y valores, ha presentado una
denuncia formal en contra de Castellanos Ramírez. Los indígenas alegan que este individuo
habría estado inflando los precios para los turistas y exigiendo un “moche” o porcentaje
adicional a los guías turísticos, en beneficio propio.
Los días turísticos y prestadores de servicios locales se han unido en rechazo a las supuestas
prácticas extorsivas de Castellanos Ramírez. Se negaron rotundamente a participar en
cualquier tipo de acto que pudiera considerarse extorsión hacia los visitantes. Esta firme
postura generó el descontento de Castellanos Ramírez, quien, en respuesta, ha iniciado una
serie de ataques hacia la comunidad Maya Lacandona.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes de la región, quienes buscan
mantener la armonía y la autenticidad de su cultura frente a acusaciones infundadas.
TURISTAS EXALTAN LA EXPERIENCIA ÚNICA EN BONAMPAK Y LA SELVA LACANDONA
Eriberto César Alcántara, proveniente de Cuernavaca, Morelos, junto a su esposa, se convierte
en uno de los pocos visitantes que exploraron la majestuosidad de la zona arqueológica de
Bonampak. En su primera incursión en la Selva Lacandona, Alcántara elogió la experiencia
inigualable, destacando la cordialidad y conocimiento de los guías turísticos locales.
Durante un recorrido de hora y media, los turistas fueron cautivados por la narrativa detallada
de los guías, quienes demostraron un profundo conocimiento de la historia de los antiguos
dioses mayas. Alcántara resaltó el recibimiento cálido y la atención excepcional brindada por el
personal capacitado.
Además, destacaron la seguridad de las carreteras que conducen a Bonampak y la presencia de
elementos de resguardo en la zona arqueológica. La pareja compartió que, a pesar de las
preocupaciones iniciales generadas por información falsa en redes sociales y medios,
decidieron aventurarse, descubriendo la tranquilidad que impera en la selva Lacandona.
Alcántara insta a otros turistas a desafiar la desinformación y unirse a la exploración de estas
joyas arqueológicas en Bonampak y la selva Lacandona, asegurando que la realidad supera
cualquier percepción errónea.
Por otra parte Enrique Chankin Najbor, Secretario Titular del Comisariado del Pueblo Maya
Lacandón, denunció que el Director de la Policía Estatal Preventiva, don Marco Antonio
Burguete, realizó un cambio no autorizado de siete elementos de la Policía Ecológica en la zona
arqueológica de Bonampak. Este cambio, ocurrido el pasado 23 de enero, sorprendió a las
autoridades locales, quienes afirman no haber tenido conocimiento.
La Policía Ecológica de Bonampak tiene como misión vigilar las Áreas Naturales Protegidas para
prevenir el saqueo de flora y fauna, sin embargo, sin justificación aparente, los elementos
fueron convocados por el comandante Sánchez Pérez y trasladados al municipio de Palenque,
cambiando su sede original.
Ante esta situación, los lacandones exigen que los siete elementos regresen a la zona
protegida de Bonampak y continúen desempeñando sus labores para preservar el entorno
natural. Solicitan una coordinación adecuada y critican la falta de comunicación por parte de
las autoridades encargadas de la Policía Ecológica. La comunidad lacandona espera una pronta
respuesta y solución a esta controversia que afecta la preservación de su patrimonio natural.
En el Crucero San Javier, punto estratégico que conecta con la zona arqueológica de Bonampak
y la comunidad de frontera Corozal, un contingente de la Guardia Nacional y el ejército
mexicano se despliega para salvaguardar la seguridad del municipio de frontera Corozal.
Ante esta presencia militar, Moisés Tarano González ha enviado un mensaje al presidente de la
República, instándolo a respetar los acuerdos previamente firmados entre las autoridades
comunales y las fuerzas armadas mexicanas. Tarano González argumenta que la asamblea
llevada a cabo y las conversaciones con el General de la Zona Militar 38, Rubén Díaz, respaldan
la permanencia de la Guardia Nacional y el Ejército en el Crucero San Javier.
El General Díaz justifica la presencia militar en dicho punto como una medida para resguardar
la seguridad de los habitantes de frontera Corozal. Sin embargo, la solicitud de mantener la
presencia en San Javier no es recibida de manera unánime, siendo Alicia Esquivel Cruz quien
rechaza esta petición.
La situación en el Crucero San Javier revela tensiones entre la población y las fuerzas armadas,
desencadenando una solicitud de respeto a acuerdos previos y la divergencia de opiniones
sobre la necesidad de la presencia militar en la zona. La respuesta del presidente de la
República está aún pendiente.
Este conflicto no solo amenaza la estabilidad económica de la región, sino que también plantea
interrogantes sobre la veracidad de las acusaciones vertidas contra la comunidad indígena. Las
autoridades locales se encuentran investigando los hechos para esclarecer la situación y
restaurar la confianza de los visitantes en la belleza y autenticidad de Bonampak.
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