México se anticipa a políticas comerciales de Donald Trump

El canciller mexicano explora vías diplomáticas con Estados Unidos para evitar tensiones comerciales

AGENCIAS/TDN

En medio de un panorama político marcado por la incertidumbre, el canciller Juan Ramón de la Fuente anunció, desde Phoenix, Arizona, que el gobierno mexicano ha iniciado un diálogo informal con algunos miembros del equipo de Donald Trump. Estas interacciones, aunque preliminares, reflejaron una estrategia de anticipación frente a las posibles políticas arancelarias que el expresidente implementaría al asumir nuevamente la Casa Blanca.

La apertura de estas conversaciones no formales subrayó la urgencia de evitar medidas que puedan fracturar la relación comercial entre ambos países. Según De la Fuente, el objetivo es encontrar puntos de consenso antes de que las amenazas arancelarias se traduzcan en acciones concretas. Este enfoque reveló el interés de México por proteger el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), considerado por el canciller como un motor clave del desarrollo económico regional.

En cuanto al desafío migratorio, De la Fuente destacó la reducción del 75 por ciento en el flujo de migrantes hacia Estados Unidos durante el último año. Sin embargo, reconoció que mejorar las estrategias requerirá una mayor cooperación binacional, alejándose de un enfoque punitivo. Este posicionamiento refleja una visión pragmática que contrasta con las promesas de deportación masiva de Trump, las cuales podrían desatar una crisis humanitaria de gran magnitud.

El gobierno mexicano también se preparará para un posible aumento en la cantidad de migrantes mexicanos que regresen forzadamente a su país. De la Fuente aseguró que México está listo para recibirlos con dignidad y apoyo, un mensaje que busca mostrar al país como un refugio para sus propios ciudadanos en tiempos de adversidad.

La diplomacia preventiva que promueve México en este escenario resalta la necesidad de fortalecer el TMEC como un mecanismo que trascienda liderazgos y tensiones políticas. Más allá de las amenazas, este acuerdo comercial es una herramienta para consolidar la competitividad de América del Norte en un contexto global cada vez más competitivo.