De acuerdo con el IIRF, los cárteles buscan censurar a la iglesia e influir en el nombramiento de clérigos
TDN / CORTESÍA
Con al menos 155 asesinatos de sacerdotes católicos y otros líderes religiosos en las últimas dos décadas, México es el país de América con más violencia por motivos de fe. La base de datos de incidentes violentos elaborada por el Instituto Internacional para la Libertad Religiosa (IIRF, por sus siglas en inglés), señala que México también es el país del continente con más templos dañados debido a conflictos confesionales.
El último de estos ataques fue contra el sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, quien fue agredido el domingo pasado tras salir de oficiar misa en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, con lo que ya son cinco los presbíteros asesinados en lo que va de este año.
Dado el control de grupos del crimen organizado en ciertos territorios de México, el IIRF ha realizado investigaciones de campo sobre la relación entre la delincuencia y la práctica religiosa.
En un estudio publicado este año, el organismo internacional señala que las amenazas de los cárteles de la droga contra grupos religiosos pueden reinterpretarse como mecanismos para influir en el nombramiento del clero religioso, la eliminación del clero crítico con el narcotráfico, la censura de sermones, la imposición de toques de queda, la recaudación de “impuestos” mediante extorsiones de protección y la restricción de las obras de caridad.
Titulado Influencia del crimen organizado contra la religión, el estudio de Dennis Petri concluye que “los cárteles de la droga regulan efectivamente aspectos de la religión, ya sea porque la ven como una fuente de ingresos o para proteger sus intereses. Esto contradice la creencia popular de que al crimen organizado no le importa especialmente la religión
El IIRF es una red de profesores, investigadores, académicos, especialistas e instituciones universitarias de carácter predominantemente evangélico de todos los continentes que investigan sobre datos fiables relativos a las violaciones de la libertad religiosa.
Desde 2002 alimentan una base de datos que documenta los incidentes violentos por motivos religiosos. Entre enero de 2002 y agosto de 2024, el IIRF ha documentado en México 155 asesinatos, 327 templos dañados, 37 templos cerrados por violencia, 378 personas obligadas a huir del país y mil 506 personas forzadas a escapar de sus casas por actos hostiles.
El segundo país del continente con mayor violencia por motivos religiosos es Colombia, que reporta 107 asesinatos, 214 templos atacados, 206 templos cerrados, 119 personas obligadas a huir de su país y mil 762 personas que han escapado de sus viviendas.
Según los registros históricos del IIRF, la mayoría de los asesinatos por motivos religiosos ocurridos en México en los últimos 22 años tuvieron lugar en Chihuahua (18 homicidios), Puebla (14), Michoacán (10), Baja California, Chiapas y Guerrero, con nueve casos cada uno.
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