Tapachula en crisis por el retorno de migrantes

La falta del respaldo gubernamental ha dejado a población desamparada y sin medidas para afrontar el problema


CARLOS RUIZ/TNChiapas
FOTO: JACOB GARCÍA

La organización Pueblos Sin Fronteras (PSF) ha lanzado una advertencia preocupante sobre la situación migratoria en Tapachula, al señalar que el retorno de migrantes de los estados del norte del país a esta ciudad podría ocasionar el colapso de la ciudad. El director de PSF, Irineo Mujica, expresó su inquietud, porque el municipio tiene un flujo grande de migrantes y solicitantes de asilo en México. Este flujo migratorio descontrolado ejerce presión en los recursos locales y plantea problemas para la comunidad. En toda la ciudad se puede visualizar a extranjeros durmiendo en las calles y se añaden a las estadísticas miles más que ingresan por Guatemala. Las amenazas a las que se enfrentan los indocumentados son variados, pero los más latentes son caer, presas de funcionarios corruptos del Instituto Nacional de Migración (INM) y organizaciones delictivas que ejecutan reclutamiento forzado, expresó el director de PSF. Aunque la problemática es clara, las autoridades gubernamentales se han mantenido omisas y esto ha permitido que los derechos humanos de los migrantes sean vulnerados en toda la entidad. Por ello, es fundamental trazar nuevas directrices en pro de la protección de dicho sector vulnerable. El constante conglomerado de personas en situación de movilidad tendría consecuencias en la región del Soconusco, porque algunos pobladores temen que se convierta en una zona exclusiva de migrantes. Los más afectados por estas circunstancias serían los menores de edad y las personas de la tercera edad que se encuentran en una travesía por territorio mexicano. El director de PSF detalló que el retorno de migrantes a Tapachula culminaría en una crisis migratoria con múltiples protestas, bloqueos, marchas y enfrentamientos entre autoridades y extranjeros. En los primeros días del año se registraron más de dos mil migrantes devueltos del norte al sur del país, con un promedio de 130 personas de diversas nacionalidades. La incertidumbre persiste mientras Tapachula se enfrenta a la posibilidad de un conflicto migratorio más intenso que nunca.