UNACH apoya alfabetización en zonas rezagas de la entidad

El rector Oswaldo Chacón reafirmó el compromiso de la universidad con una educación que transforma desde lo comunitario

DAMIÁN CERVANTES/TDN

La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) no quiere ser solo una institución que observa desde lejos. Al integrarse activamente al programa “Chiapas Puede”, puso sobre la mesa una idea más ambiciosa: que la alfabetización no es tarea exclusiva del sistema educativo formal, sino una responsabilidad compartida que exige creatividad, compromiso y presencia territorial.

En la reciente reunión con la Secretaría de Educación, encabezada por Oswaldo Chacón Rojas, la UNACH reafirmó su rol operativo en este esfuerzo. Más allá de las cifras, la universidad apostó por una estructura que ponga en el centro a los estudiantes voluntarios, reconociéndolos como actores clave en el vínculo entre conocimiento académico y transformación social.

El respaldo institucional, representado también por el Instituto Chiapaneco De Educación Para Jóvenes Y Adultos (ICHEJA) y el equipo del método “Matías de Córdova”, buscó dar solidez a esta primera etapa. Pero lo importante no es solo la coordinación entre autoridades, sino la posibilidad de diseñar acompañamientos reales para quienes aún no acceden plenamente a la lectura y la escritura. Eso exige presencia constante y empatía, no solo diagnósticos.

Los educandos ya identificados no representan un número, sino un universo de historias donde la educación fue negada o interrumpida. Incluirlos es también reconstruir parte de lo que Chiapas ha postergado: una política educativa que mire a las personas, no solo a los indicadores. En ese sentido, el programa no debe ser un evento, sino un proceso prolongado con metas comunitarias.

La UNACH, con este paso, planteó un modelo universitario distinto: no como burbuja académica, sino como herramienta viva al servicio de los más rezagados. Si la alfabetización avanza, será también porque hubo jóvenes dispuestos a salir del aula para enseñar donde más se necesita. Y esa, sin duda, es una lección que transforma.